Effeame Por Reverse

Ufff.... tiempo que no circulaba por estos espacios blancos donde solían nacer mis pelotudeces. Estemm... sólo pasaba, ya que no tengo ninguna idea fija sobre qué voy a escribir hoy, así que vamos a seguir escribiendo simplemente por el hecho de tipear las delicadas teclas de mi nuevo teclado (el cual por cierto es el mejor teclado que he tenido desde la incursión de las computadoras en mi vida).
La razón por la cual no estaba posteando muy seguido (o al menos textos de mi autoría), era porque hace unos pocos días recordé que, en algún lugar de esta casa, se encontraba refugiado mi antiguo, pero confiable, piano eléctrico.
Así es como recorrí en vano todos los rincones de esta humilde morada sin éxito alguno. Hasta que al fin, allí estaba el muy hijo de puta.
La ubicación es algo complicada de demostrar con sólo palabras y letras y tratar de que entiendan perfectamente el lugar. En realidad es fácil, estaba arriba de mi placard. Pero sólo deliraba por el hecho de seguir con esta afición de crear palabras a través de la coordinación de letras, las cuales por separado carecerían de sentido alguno. Es mágico no?
¿Qué tiene que ver el piano con la escasez de posteos?, se preguntarán ustedes.
Nada, ¿Acaso no tengo libertad para delirar a mi gusto?.
CHUPALA ENTONCES!

Bueno, la verdad es que es la posta encontrar siempre las cosas en el último lugar que las buscás. ¿Tendrán algo que ver los enanos del placard? No lo sé, sólo el tiempo será capaz de descifrarlo. O una cámara de vigilancia.

¿Cómo combatir un carancho?

Lo primero que se debe hacer es llamar a Sprayette y putearlos por estupidizar a la gente.
Una vez hecho esto, se debe proceder de la siguiente manera:

• Agarrás el carancho
• Le sacás los ovarios
• Te los comés
• Lo devolvés a la naturaleza
• Va a volver, los caranchos son así de tostados
• Le das una escopeta y lo combatís a muerte
• Le ganás
• Antes de atestarle el último golpe, le ofrecés un último deseo
• Le decís que no lo vas a cumplir ni mierda
• Lo matás como más te guste
• Te lo comés al horno

Listo!, Carancho combatido. Ahora tenés que cuidarte de la mamá Carancho, pero se soluciona con un chorro de lavandina.

VOLVEEEEE!!!
Por favor!
Te necesitoo!!!
Hace tiempo que no caminamos juntos!
Te extraño!
Extraño oler el olor de tus medias de fútbol!
Extraño chuparme el dedo y meterlo en tu oreja!
Extraño tu aroma agrio y dulce al mismo tiempo!
Extraño despertarme con tu vómito matutino en mi pecho!
Pero mucho más extraño pegarte con la cacerola!
POR FAVOR!!!!!
COHERENCIA VOLVEEEE!!!



Me fui demasiado?. Perdón.

Mañana si el tiempo está de mi lado se viene el posteo más esperado de Octubre!!.

¿Cómo combatir a un negro de mierda?

Con toda la mierda de esa que te gusta y mucho más.