16.10.08

Una táctica (diferente) para seducir mujeres

Cuando por una de esas casualidades mágicas que tiene la vida uno logra enganchar a un mina, a veces, pocas veces, hay sexo, y cuando hay sexo, hay que hablar. No solo durante, sino después, que es donde viene la peor parte. Si te quedas callado, pensando, uno tiende a pensar que la chica va a pensar que uno está pensando en algo. Acto seguido a este tipo de pensamientos, uno escucha la insoportable pregunta “¿En que estás pensando?”.

La pregunta es insoportable por el simple hecho de que uno no puede responderla. O bien no se puede decir en que estaba pensando o no estaba pensando en nada, en nada productivo, porque quierase o no, es imposible pensar en nada ¿O no? Piénsenlo.

La mejor táctica entonces es pensar rápidamente algo para decir, para que este tema de los pensamientos no destruyan el amor y/o el sexo o al menos hasta esperar a que llegue el taxi.

En definitiva los hombres nos vemos forzados a hablar, no tenemos otra alternativa. Porque si nosotros les ganamos de mano a ellas y les preguntamos en que están pensando, a diferencia nuestra, ellas SI nos van a saber contestar la pregunta, por el simple hecho de que SIEMPRE están pensando en algo, sea lo que sea, como “¿Apagué la cafetera? Vi el interruptor, pero... ...¿la apagué? No recuerdo. Vi la luz, pero... ¿la apagué?”, otras veces cosas más profundas, pero sin duda si le preguntaramos nos podrían decir en que pensaban, o podrían inventar algo sobre la marcha, porque mienten mucho mejor que nosotros. Las mujeres, como siempre fieles a su estilo, nos siguen cagando, y usando la mejor táctica de todas, juegan de contra. Ya estuvimos presionados para pedirles el MSN, celular, teléfono, para invitarlas a salir, para llevarlas a un lugar copado, para intentar llegar a la última instancia, para tener una performance decente... y ahora resulta que también para hablar después. Asi no va.

De todas formas, uno tiene que tener cuidado con lo que dice. Muchos, a mi entender, aquellos que realmente les falla (o no les anda), lo primero que preguntan es “¿Estuve bien?”. Más allá de que la pregunta está claramente mal enunciada, porque es desconsiderada, ya que estamos dando a entender que solamente nos importa si nosotros “estuvimos bien” y no si ella la pasó bien (¿Que es lo importante?), ademas es una pregunta totalmente pelotuda, porque es imposible de contestar y, si se puede, el 95% de las veces termina deviniendo en la hecatombe (una debacle total....... que buenos tiempos, “Deportes en el recuerdo”), y eso no es recomendable si uno quiere tener una segunda noche lujuriosa. Piensen, chicos, piensen. Si la mujer no la paso bien, ¿Lo va a decir?. Lo dudo. Y si lo hace ¿Creen estar preparados para escuchar que apestaron sin pensar “Yo soy un dios de la cama, soy tan bueno como Nick Marshall cuando podía escuchar los pensamientos de las minas en “Lo que ellas quieren”, lo que pasa es que me juego todo lo que tengo a que está mina es frígida o lesbiana. Callate tortillera, yo estuve bárbaro!”?

Otra cosa que puede preguntar el hombre, una pregunta que me gusta hacer, porque me causa intriga y ademas sirve para afilar la puntería es “¿Por qué me diste bola?”.

Si, lo sé, están pensando que ésta pregunta puede ser incluso más pelotuda que la anterior, pero con ella vamos al inicio de todo, como decía Iván Noble en su primer CD de los Caballeros, vamos al “culo del asunto”, vamos más lejos. Como si fuéramos a cazar y dejamos de preocuparnos por el hecho de que le erramos al venado un par de veces, para empezar a ver como podemos afinar la puntería y en que bosque debemos buscar la presa.

Y ahí fue donde mi teoría empezó a tomar color. Con la respuesta a esa pregunta, a priori bastante pelotuda, que yo obtuve de las mujeres que efectivamente me dieron bola, que se acostaron conmigo. Esas mujeres que no son tantas y, por medio de este espacio, me tomo el atrevimiento de saludar, y porque no, darles las gracias.

Las señoritas, casi todas, me dijeron “Es que vos sos un personaje”.

Ok. Así quedamos. Uno hace deportes al menos 2 o 3 veces por semana, aprende tres fucking idiomas en el colegio, está haciendo una carrera decente, se baña todos los días, sabe cocinar, es romántico cuando la situación lo amerita, etc. No obstante las descaradas salen con uno por el simple hecho de que “es un personaje”.

Deci que yo no me caliento, porque causa stress. Además, no está bueno enojarse cuando uno está en pelotas, a no ser que sea una película u obra de teatro, pero la última vez que participe en una tenia 10 años, y si salía en pelotas al escenario creo que ibamos todos presos. En fin, casi todos los hombres a los que consulte se sentirían ofendidos si le dijeran “sos un personaje”. Es decir, la gran mayoría intenta ser alguien común, nada raro, y ser considerado un personaje va contra los conceptos básicos de la vida de la gran mayoría de la gente

Pero, de todas maneras, como voy a pasar a explicar ahora, me di cuenta de que:Ser un personaje” no es algo malo, es una excelente táctica, sobretodo con las mujeres.

Pero tengan en cuenta que si uno finalmente se decide por “ser un personaje”, esta será una movida que a la mayoría de las damas no les va a agradar. “Ah pibe, pero vos sos un pelotudo entonces, ni en pedo “soy un personaje” si las minitas no me van a dar ni la hora”. Pero se equivocan. Lean atentamente.

La gran mayoría de las mujeres se inclina por chicos comunes, pero también la mayoría de los chicos son comunes. Entonces, si bien uno puede elegir mujeres de un mercado más amplio, a su vez tiene muchos más hombres “comunes” compitiendo con uno.

Pensemos en cambio en “un personaje”, en “el rasta” por ejemplo. La mayoría de las chicas le tienen rechazo.

Haciendo un pequeño relevamiento entre algunas amigas, junté estas opiniones de algunas: “Es sucio”, “se droga”, “es un vago”, “en el pelo tiene un nido de carpinchos”, “No se baña”. Pero es por todos sabidos que siempre habrá un pequeño porcentaje de chicas, sea cual fuere este número, a las que le guste “el personaje”. Y fijense chicos, si van a bailar, con cuantos rastas se cruzan en la noche? Como mucho uno o dos. No tienen competencia muchachos! Ese porcentaje de chicas a las que le gusta el personaje de “el rasta” será suyo!

Vayan a un boliche, caminen por la calle, cuélguense de una palmera, “el personaje” nunca puede perder, gana seguro. Ojo, no confundan personajes con estereotipos, como “el cheto”, “el villero” o “el punk”, porque ahí la competencia también es jodida. Piensen y elijan el que mejor vaya con ustedes, hay muchos “personajes”: el hippie, el músico bohemio, el surfista en verano, el snowboarder en invierno, el mago, el extranjero, etc.

Y acá nada tiene que ver aquí el dinero, edad o facha. Si bien estas cosas ayudan, aún así, “el personaje” siempre gana.

El que queda solo es el pobre tipo común, que no se fijó en los porcentajes y en las matemáticas, y por querer quedar bien con todas, se queda con ninguna.

“El personaje”, a su vez, tiene otra cosa a su favor y es el factor de oportunidad, como hablé la otra noche con mi gran amigo Juanse. Si la mujer conoce una noche a alguien de las el Congo Belga, ni ahí deja pasar la oportunidad. Como ya dijo el que lo dijo, el tren pasa muchas veces, pero el avión solo una (¿), y no va a dejar pasar esta chance, porque no sabe cuando va a tener la oportunidad de verle la Belga a otro tipo del Congo Belga.

Argentinos normales, rubios o morochos, con jeans, remera y pelo corto hay en todos lados. Todos son buenos muchachos, no lo niego, pero ya cansan. Es como el río que pasa debajo del puente, siempre va a seguir pasando, uno sabe que esta ahí para cuando necesite refrescarse.

En fin, elijan un personaje. Cualquiera. Puede ser el del superdotado, que la tiene gigante, pero puede ser contraproducente si no es verdad. Entonces elijan el otro extremo, “el manicero”.

La gran mayoríade las minussas no querrá saber nada, aunque digan que “El tamaño no importa” no les cree nadie, todos sabemos que sí importa. Pero yo les digo, de todas formas, no subestimen la curiosidad de las minas. Doy por sentado alguna pensará “La tiene MUY chiquita, nunca me moví a alguien así, ¿Qué sentiré? Y… yo me mando y pruebo… a lo sumo no siento nada. Además, pobre, debe estar re traumado ya!”.

Obviamente, el porcentaje que piense así será muy bajo, pero con que haya 2 o 3, y alguna esté buena, listo el pollo, cocinada la gallina. Ustedes van a ser los únicos en todo el boliche que se jacten de ser “el manicero”.

Obviamente, al otro día se va a tener que comer todas las gastadas de sus compañeros de colegio. Pero, aún así, que prefieren ser, ¿El manicero que se volteó una morocha divina o el estudiante normal, con el pene de tamaño standard, que los boludea, pero que le viernes a la noche se queda en casa mirando el porno soft de I-Sat y The Film Channel? ¿Creo que ya eligieron, no? No boludo, el que se queda viendo I-Sat no!!!!!

Concluyendo, entonces, no sean giles, no sean comunes, sean diferentes a todos. Es un consejo de amigo a amigo, como el CD de “Los Leales”. Si les gusta lo prueban, sino, no, total, no tienen nada que perder.

Fuente

6 comentarios:

Delfina Moreno Della Cecca dijo...

Jajajajajajajaja. No me puedo haber reido tanto. Aunque a veces, las mujeres también preferimos a "el pelotudo", y esos abundan. Lamento tirar un pedazo de tu teoría por la borda.
¿Pero si no, cómo cometeríamos errores y pasaríamos de loco en loco?


En fin, la cuestión es que se me ocurrió hacer cliqui en Soda, y encontré una millonada de gente. Una de ellas, usted. Pero la diferencia, es que ambos somos de Córdoba (¿era Córdoba, no?¿O ya firmo cualquiera?). Bah, me jacto de serlo aunque no vivo ahí. Nací ahí y a los cuatro me trajeron para la Mesopotamia.
Asi que bue, un intento de hacer amigos, se llama esto.

¡Saludos!

Flavio dijo...

Muy buen texto Gonza. Un poquito largo para mis perezosos ojos, pero totalmente valido a la hora de ser puesto en la silla electrica de la verdad. Ejem, bueno, la verdad que me senti identificado por el tema de ser un personaje, pues... soy un personaje. Os mando un saludo y sigue siendo un personaje, muchachito!

Maxy13977 dijo...

Si, yo soy un personaje... de tu imaginación.
Fui creado para distraerte de tu vida diaria y alejarte de tus amigos, pero como estás en Córdoba y yo en Buenos Aires, se me dificulta un poco mi misión ya que sólo te puedo hablar por acá.
Un abrazo grande loco.

PD: Carajo, espero que te guste mi comentario porque acabo de leer lo de que asesinás a las mascotas... Mi avestruz salió corriendo después de leerlo (pero cometió el error de ir en la dirección de tu casa)

Dr. dijo...

Ahora la (lo) agarro.
Pero te lo mando por correo argentino porque me di cuenta que comentas en todos mis posts. Lo que tiene absolutamente nada que ver, pero me gusta decirtelo.

Mipersona dijo...

QUE GRAN SABIDURIA

Anónimo dijo...

yo soy de esas qe se mueren por los rastas (:
muy bueno el texto :)