9.9.08

The number nine.

Bueno, antes que nada quisiera pedirles disculpas por no estar posteando como debería. Ya sé que estoy posteando cada vez con más tiempo entre un posteo y otro. Pero sepan que la única razón por la que hago esto es... (Esta página ha sido aparentemente arrancada por alguien.)


El día había llegado. Esos largos y penosos nueve meses de soportar a su mujer con ataques de histeriquismo estaban a punto de terminar.
Llegaron al hospital, allí se dieron cuenta que había nueve mujeres embarazadas y nueve maridos angustiados esperando que sean atendidos.
Luego de nueve horas esperando, finalmente su turno había llegado. El doctor los hizo pasar a ambos a la habitación número nueve. En ésta había nueve cuadros de nueve horribles bebés colgados con nueve clavos en las nueve paredes de la habitación (Es que era una habitación grande). Joelia (La mujer de Joelio), ya había tenido nueve contracciones. Cuando estuvo lista, el doctor le introdujo sus nueve manos en la cachufleta y extrajo, luego de nueve segundos, (Adivinen cuántos bebés). Sí! adivinaste!, noventa y nueve!.
Exhausta, Joelia, junto a los nueve bebés que sobrevivieron a ver el escroto del doctor, dio sus últimos nueve suspiros a sus hijos y murió. Pero enseguida revivió y volvió a morir. Este hecho se repitió unas nueve veces; hasta que Joelio le dió nueve brutales hachazos en el cuello. Ya que ésto no la mató, le mostró sus nueve testículos y ésto definitivamente la mató, o le provocó una leve gripe, de todas formas no hablaremos más de Joelia.
Joelio, no quiso mantener a sus hijos, ya que tendría que ajustar su presupuesto, lo que le provocaría tener que dejar de comprar nueve rollos de papel higiénico por día. Por esto es que se dio a la fuga, pero luego de nueve días lo encontraron en su habitación con nueve putas viejas y una sobredosis de Oxígeno.
Joelio fue encarcelado por nueve largos años, pero nueve días antes de salir, fue asesinado por nueve furiosos convictos que le proporcionaron nueve puñaladas en cada uno de sus nueve testículos.

Pasaron los años, y sus nueve hijos se hicieron nueve hombres. Pero un mágico dia, el nueve de septiembre del dos mil nueve para ser exactos (09/09/09), nueve camiones que llevaban pelos de bigote, atropellaron a Jacinto, el menor de los nueve hermanos. Ahora sólo quedaban OCHO hermanos.

Así se termina esta historia y se da lugar a ocho otras historias que, si tengo ganas y el público no me degüella, serán publicadas aquí mismo.

3 comentarios:

- dijo...

jajajajaja sos un idolo che :P
esos posteos pelotudos de cosas tontas son lo unico ( o mas o menos lo unico) que me hace reír. hjaajjaa son geniales. un abrasoooooooooo

Anónimo dijo...

¿a vos te parece que la historia de mi tia joelia contada con lujo de detalle por este gran sabio de risa?
tendrias que haberla visto pariendo a noventa y nueve hijos... eso si que era gracioso.
bueno gonza, te dejo un saludo rapido porque mi avestruz esquizofrenico quiere que terminemos la partida de ajedrez que empezamos el año pasado.

Dr. dijo...

Muchisimas gracias a ambos dos que comentaron sendos comentarios.

Jasinta, esto es algo muy serio, no creo que sea motivo de risa, a la tía de maxy le debieron coser con alambre de púas el agujero por donde salieron sus noventa y nueve hijos. Pero no quiero nombrar el nombre del mismo por motivos de moralidad. Bueno que la moralidad me la chupe!. Le cosieron las fosas nasales!..

WIiiiiiI!!! VIVA LA REBOLUSHION!!!.

Viva perón carajo!!.
ViVa Hitler y Moussolini!!..
Viva Napoleón!!.
Viva yo!.
Viva el Sr. Burns!.
Vivan todos los chulis churrín chulivanes!.
Viva la vida!.
Viva la muerte.
Viva el estado vegetativo!.
Viva la eutanasia!.
Viva la clonación de próstatas!.
Viva la Próstata!.
Vivan los pitufos!.

Viva mi saludo!