7.7.09

Qué buena onda

Hace sólo unos momentos estaba jugando al pool virtual con un amigo. Yo lo incité a que juegue, a pesar de sus negativas, el aburrimiento lo superó y aceptó jugar sólo dos partidos conmigo.
No quiero sonar muy egocéntrico, pero soy muy bueno en este juego (Y también en el pool de verdad). En realidad soy bueno en cualquier cosa que me gusta y le ponga ganas, siempre trato de ser el mejor, aunque pocas veces lo logro.
La cuestión es que jugamos el primer partido con este amigo, totalmente inexperto en el juego. Como era de esperarse, le gané, y por mucho. Jugamos el segundo partido, y ya había embocado todas las bolas, sólo me faltaba la última (Negra), pero la emboqué en el hoyo erróneo (Estoy tratando lo más que puedo de que estas oraciones no suenen muy sexuales). Así que el partido quedó 1-1.
Y como a ninguno de los dos les gusta las cosas indefinidas, hicimos la "final". Pero antes de ésta, se me ocurrió hacer un pequeño experimento.
Le pregunté "¿Te gusta el juego?", a lo que respondió "No, jaja pero juguemos asi la terminamos" (Nota, el "jaja" está incluído para suavizar la respuesta negativa.)

Acá me propuse hacer que le guste el juego, claro, no se puede apreciar la gracia del juego cuando perdés siempre (Considerando que por partido metía sólo 1 de 7 bolas).

Así que me "hice malo", no malo en el sentido de matón, sino que malo en el sentido de principiante, inexperto, en otras palabras, una verga. Este partido duró mucho más que los anteriores, y trataba de controlarme, que parezca que mis tiros los erraba, y no que los tiraba mal a propósito. El partido lo terminó ganando mi amigo, fue muy parejo, yo trataba de mantener siempre la misma diferencia de bolas entre nosotros (Pié a chiste fácil y malo).
En fin, ganó. Y asombrosamente me pidió jugar otro partido, considerando el hecho de que hace sólo unos minutos no le gustaba el juego.
Seguí jugando como inexperto y mi amigo, no sólo que estaba disfrutando el juego, sino que estaba mejorando, cada vez me costaba más mantener la diferencia de bolas.
Así jugamos 8 juegos más (La mayoría los ganó él) , hasta que ambos decidimos que era hora de irse a dormir (Son las 3 de la mañana y es día de semana). Pero antes yo quería postear esto.
Antes de despedirnos le volví a preguntar "Te gustó el juego?"... y, como era de esperar me contestó "Sí, esta muy bueno". Y arreglamos para seguir jugando mañana.
Tal vez cuando esté mas familiarizado con el juego comience a jugar "a full". Mientras tanto voy a seguir jugando pésimo (Esta palabra estaba buscando hace un ratito para describirme) para que le guste más el juego.

Esta fue mi buena acción del día, con la que sumé buen karma. El título del post se refiere a lo buena onda que es cuando dejás ganar a alguien sólo para ver la satisfacción del otro. Es como una sensación en la que sabés que fácilmente podrías hacer sentirlo mal, pero elegís verlo feliz.
Tal vez sea que me gusta alegrar a la gente, tal vez sea que me gusta tener el poder en mis manos de hacerlo feliz o triste (No creo que se ponga triste por perder un juego de pool, pero se entiende la idea), o tal vez había algo raro en el aire que me hacía sentir bien.
No sé, pero es muy linda sensación, la de sacrificar algo por el otro (Aunque sea un mini-sacrificio), y es mucho más linda sensación cuando la persona a la que estás alegrando, es una persona del sexo opuesto que de verdad te importa. No se asusten, este no fue el caso.

(Nota: A mí me encanta ganar en todo, por eso el dejarme ganar ES un sacrificio, pequeño, pero sacrificio en fin.)


Que tengan un buen día.

3 comentarios:

Hermana de SDU-7 dijo...

JOjojojojo, sos empático...

Las buenas personas somos así. Es normal, pero muy lindo.

Anónimo dijo...

En realidad empezaste a ser bueno para tener a alguien con quien jugar. Por lo que creo que no fue una buena accion, sino una accion nacida de tu egoismo, para poder seguir jugando.

Dr. dijo...

También se puede poner de ese modo. Pero si fuera por egoísmo, le habría ganado enseguida de forma aplastante (Es más divertido que jugar mal a propósito).
Pero igual da para charlarlo un rato al tema.